Recibí de una amiga el día 8 de marzo un whatsapp que venía
a decir que “…no nos felicitaras por ser
mujer, sino que lucharas por nuestros derechos para que este día dejara de
existir…” Un día en el que desapareciera la desigualdad de los salarios y
los despidos por embarazo. Un día en el que nuestro NO sea entendido y
respetado, un día en el que entiendan que la mayoría de los piropos no halagan,
y un día en el que las mujeres podamos
volver a casa tranquilas por la noche.
La violencia de género sigue siendo un problema en nuestra
sociedad y, según los expertos, una forma eficaz de prevenirla es la educación.
Así pues, ahí van 4 consejos:
1.- Empieza por ti mismo/a y da ejemplo: Sólo podrás
educar a tu hijo o hija en igualdad cuando seas consciente de esos patrones en
los que tú mismo/a has sido educado/a y empieces a desmostar prejuicios. A ti
también te han asignado un rol de género, y tienes interiorizadas algunas
actitudes discriminatorias por ello. Es bueno mirarnos con ojo crítico y, de
alguna manera, reeducarnos.
2.- Observa y
cuestiona: Observa cómo se relacionan tus hijos con sus compañeros y
compañeras y cuestiona sus pensamientos. Por ejemplo, si nuestro hijo nos dice
que fregar es de mujeres, podemos preguntarle: “¿Por qué es de mujeres? ¿Los
niños no tienen manos? ¿Por qué no van a saber fregar?”. Al razonar el
prejuicio, éste acaba autodestruyéndose.
3. – Debate y educa:
Debemos hacerles comprender que las generalizaciones conducen a error. Cada persona
es única e irrepetible, con sus virtudes
y sus defectos, independientemente de si es hombre o mujer. Cambia los roles
como juego, que los niños hagan las
'cosas de mujeres' y las niñas 'cosas de hombres'. Se divertirán y
aprenderán.
4.- Responde sus
dudas: No dejarán de tenerlas aunque no las respondas, y buscarán
respuestas fuera.
Educar no es fácil, pero es la
responsabilidad más grandiosa que posees para hacerle feliz
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