21 oct 2014

Nos vamos a divorciar... ¿cómo se lo decimos a nuestro hijo?

Esta suele ser una consulta frecuente en terapia. Generalmente, los papás y mamás tienen una gran preocupación por cómo dar esta noticia a sus hijos, a qué aspectos dar importancia y qué cosas tener en cuenta para que sus hijos sufran lo menos posible.


Comenzaré diciendo que cuando dos personas que han sido pareja, han compartido sus vidas, han establecido proyectos en común (casa, hijos…) y deciden romper esta unión se encuentran con un estado de ánimo bajo: pueden sentir tristeza, confusión, mezcla de emociones, sensaciones de extrañeza, preocupación por su futuro…

En el caso de parejas con hijos, a esto se une la toma de decisión acerca de los hijos, cómo darles la noticia, qué tipo de custodia van a llevar a cabo, qué es lo mejor para ellos en este momento, cómo mostrarse seguros y enteros como padre y madre ante ellos, etc.

Mi intención con este artículo es apoyar a la familia en este difícil tránsito con algunas ideas claras de cómo abordar con los hijos la ruptura de la pareja.

Una vez que se ha tomado la decisión de separarse, será interesante que ambos decidan qué tipo de custodia van a llevar a cabo. Es recomendable que este asunto esté definido antes de hablar con los hijos, ya que para ellos es más fácil de encajar cuando les explican los cambios de manera concreta. En estas situaciones, la incertidumbre suele generar ansiedad en los niños.
Si los progenitores no se han podido poner de acuerdo con este tema, es interesante decir a los niños que están en negociaciones y que se les hará saber lo antes posible la decisión que tomarán.
Es importante que los niños no entren en los conflictos de los padres. Ellos deben mantenerse al margen, ya que en caso contrario puede darse un conflicto de lealtad, teniendo que elegir entre el padre y la madre, elemento que daña la seguridad y autoestima de los niños.

Una vez se ha decidido esto, el papá y la mamá se deben reunir con los hijos para comunicarles la decisión tomada.

En este espacio y a partir de este momento, es importante que los hijos queden con un mensaje de este estilo:
rompemos nosotros porque no queremos seguir siendo pareja, pero sí queremos seguir siendo padre y madre

El mensaje a los hijos es que son queridos por sus padres por encima de todo lo demás y así va a seguir siendo durante toda su vida.

El segundo paso es explicarles cómo va a ser la vida a partir de ahora, dónde van a vivir y con quién, qué cambios se van a dar... En este sentido, es interesante que se den los menores cambios posibles.

Para que este paso sea lo menos conflictivo para los hijos, ambos miembros de la pareja deben desplegar ciertas actitudes como adultos de referencia del niño, siendo una de las más importantes mostrarse accesibles para que puedan preguntar y aclarar todas las dudas que puedan tener... Es decir, no evitar preguntas o situaciones, contestar de la forma más honesta posible (aunque a veces sea un "yo tampoco lo sé"), etc.

En este sentido, los papás y mamás deben estar preparados para que los hijos tengan algunas dificultades para adaptarse a los cambios y para que además hagan continuas comprobaciones de amor, seguridad y lealtad a sus padres durante un tiempo.

Es importante estar al lado de los hijos y también es necesario que no escuchen a sus padres hablar mal al uno del otro. Si presencian discusiones es interesante explicarles que a veces les cuesta ponerse de acuerdo y por eso discuten, pero que al final lo consiguen.

Otro aspecto importante es la llegada de nuevas parejas a la vida de los niños. Lo más relevante a tener en cuenta es que el niño no sienta que la nueva persona puede ser una amenaza para la relación entre él/ella y su padre o su madre… y que pueda quererla sin temer que la lealtad hacia sus padres se quiebra. El establecimiento de una relación óptima entre los niños y la nueva pareja necesita de tiempo y el niño debe sentir que esta persona suma y no resta a su vida.

Los papás y mamás que se separan o divorcian deben saber que el conflicto de lealtad es un asunto muy doloroso para los niños. Es interesante que sientan que pueden querer a su padre, a su madre y a cualquier persona que llegue a la vida de los niños. Es muy importante que los padres y madres revisen cómo están llevando a cabo esta separación, si lo van aceptando, si les molesta que sus hijos quieran al otro papá o mamá, si les molesta que quiera a una nueva pareja, si se sienten desplazados, si le cuenta a sus hijos los problemas que tiene con el otro progenitor/a…


¿Cuál es el momento de acudir a terapia tras una separación?:


  • Cuando los conflictos entre los adultos no se resuelven pasado algunos meses.
  • Si los hijos muestran celos hacia nuevas parejas.
  • Si los hijos tienen rivalidad entre hermanos o con los hijos de nuevas parejas.
  • Cuando los hijos empiezan a tomar partido entre los padres.
  • Si los hijos empiezan a mostrar problemas de sueño, dificultad en las relaciones sociales, problemas escolares y de rendimiento, irritabilidad o un estado de ánimo bajo de manera prolongada, si fantasea con la reconciliación de la pareja….


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