27 may 2015

EL CICLO DE LA RESPUESTA SEXUAL I



Tan tiránica resulta la exigencia de placer como la prohibición del mismo

Les invito a que hagamos un breve recorrido sobre la Fisiología de la sexualidad, un tema poco conocido y, sin embargo, esencial a tener en cuenta para el disfrute de nuestras relaciones sexuales.



Indiferentemente de la procedencia del estímulo excitante; si me excita un beso, una caricia, una imagen, una fantasía, etc…la fisiología de nuestra respuesta sexual es idéntica, esto no significa que sea una respuesta meramente mecánica, ya que va a estar influida por los valores personales, culturales y de la subjetividad de cada uno y una de nosotros/as a la hora de percibir y de sentir.

Los seres humanos tenemos un tanto limitada (por el heterocentrismo y la genitalidad), nuestra visión de la sexualidad, al igual que somos simplistas con la conclusión acerca del éxito de la relación sexual en sí: …” buen sexo significa - buen orgasmo”. A mí me gusta hacer una comparativa con esto y suelo contar esta historia:

“Imagina que vas a comer a un restaurante, te pides un aperitivo…te tomas un Martini…o un quesito…o una ensalada….lo disfrutas…y el camarero te pregunta qué va desear el caballero o la señora para comer, así que le pides un consomé o una sopita…que, como decimos los canarios “te calienta las madres”…mmm ya estás preparado para el segundo…un buen solomillo por ejemplo…sigues disfrutando de los sabores, tal vez lo engullas como si no hubiera mañana, tal vez lo saborees lentamente disfrutando de nuevo de los placeres de los sentidos. Sea como fuere, te has quedado lleno…y el camarero se presenta a tu lado y te pregunta si deseas prostre y, entonces tú lo contestas…no por ahora…me he quedado satisfecho.

¿Sentirías que si no tomas el postre no has disfrutado por igual del resto de los sabores que has probado?...

Pues algo así nos pasa en el sexo, estamos tan ansiosos por llegar al orgasmo que:
  • O nos tomamos directamente el postre.
  • O decidimos que si no me lo tomo, es que no he comido bien.
Vivimos tan estresados por el orgasmo que a veces, ni siquiera somos capaces de llegar a él tan sólo por la hipervigilancia con la que estamos teniendo la relación sexual.

Si volvemos al ejemplo anterior, es algo así como como pedir todos los platos del menú, pero decidir si estaban buenos o no, con el único criterio de si el postre me ha gustado.

Mientras nosotros centramos toda nuestra atención en el colofón de nuestras relaciones, todas las sensaciones del “durante” pasan más desapercibidas. Una analogía con lo que nos suele pasar con la vida, tan desesperados por conseguir las metas que supuestamente nos van a convertir en personas plenas (tener hijos, casa, trabajo, coche…”tener”) que no nos damos cuenta que lo único que nos pedía la vida era que supiéramos disfrutarla (“ser”)… cada día.

Antes de la década de los 60´se sabía muy poco acerca de la de la forma en que responde el cuerpo a la excitación sexual, se investigaba tan sólo la respuesta sexual en los animales. En aquel contexto, William Masters y Virginia Johnson, pioneros y galardonados doctores de la investigación y terapia sexual, dieron a conocer los resultados de una investigación  basada en la observación directa de más de 10.000 secuencias de actividad sexual en 382 mujeres y 312 hombres (Masters y Johnson, 1966). Lo hallazgos de tal investigación denotaban que la respuesta sexual humana (RSH) podía describirse como un ciclo de cuatro fases: Excitación, Meseta, Orgasmo Y Resolución.

Es importante que entendamos, que durante la respuesta sexual se van dar, además, dos reacciones fisiológicas básicas:

La primera es la de vasoconstricción, que supone un aumento del volumen de sangre concentrada en los tejidos corporales de los genitales y los senos en el caso de la mujer.

La segunda es el aumento de la tensión neuromuscular o miotonía, lo que supone una acumulación de energía en los nervios y los músculos, esta respuesta se produce no tan sólo en los genitales sino en todo el cuerpo.

Aunque existen diferencias entre la respuesta sexual del hombre y de la mujer, la fisiología de la respuesta sexual es idéntica tanto en heterosexuales como en homosexuales.

A.- MUJER: En el ciclo de respuesta de la mujer se observan tres variantes representativas de la respuesta sexual femenina. La pauta “A” indica un orgasmo múltiple; la pauta “B” muestra el nivel de excitación hasta la fase de la meseta, sin llegar hasta el orgasmo (obsérvese el ritmo lento de la resolución); la pauta “C” presenta varias caídas breves en la fase d excitación, llegada al orgasmo a la que sigue una fase de resolución aún más rápida que la de excitación.

B.- HOMBRE: Se presenta la pauta más común en la respuesta sexual del hombre. La línea de trazos indica una posible variación, que puede ser un segundo orgasmo y la eyaculación al término del periodo refractario.

Los tiempos de cada una de las fases entre el grupo de hombres y mujeres son muy semejantes aunque con ciertas variaciones debidas a nuestras diferencias fisiológicas. Vamos entender esto paso a paso por cada una de esas fases.
....Pero lo haremos en nuestra siguiente entrada….esto es muy amplio y no quiero dejar detalle….

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